¿ Quién eres?
¿ Qué quieres?
Creo que son las dos preguntas que más nos hacemos las personas. Dos preguntas que creemos podemos responder con facilidad, siguiendo simples directrices que nos han dado en nuestra vida cotidiana. Pero, ¿realmente es tan sencillo responder?
Somos, en primer lugar, seres limitados con necesidades ilimitadas. Sabemos que tenemos una vida finita pero deseamos abarcarlo todo, poseerlo todo, y todo o nada, siempre o nunca, los que yo llamo contrarios absolutos de cantidad, son absolutamente falsos. Nuestras limitaciones no llegan a abarcar el TODO o la NADA, ni podemos obtener un SIEMPRE o un NUNCA.
En segundo lugar, somos seres ELECTORES. Esto es consecuencia directa de lo anterior. Tenemos millones de caminos por los que cruzar, millones de sendas a atravesar, pero, como seres limitados, sólo alcanzamos a seguir una única opción, y en caso de error, otra. La elección es la adquisición de algo y la pérdida de otro algo.
Y, en tercer lugar, somos parte del llamado "uroboros". Como en numerosas culturas se ha llamado, el "eterno retorno", o el "esfuerzo inútil", ya que a nuestro alrededor y en nuestra propia vida, desde la mera existencia, que pasa por el nacimiento hasta la muerte, nuestro tiempo y el de todo lo que nos rodea es prinicipio y fin.
Ya sabemos que somos limitados, electores y "eternos". Pero aún deseamos más, deseamos saber qué queremos. Y eso es, a la par, infinítamente más complejo de explicar.
Lo único que sabemos es, que no sabemos nada.
"Sólo se que no se nada, y me enorgullezco de los que no saben eso tampoco"
En la serie, al final se da respuesta a estas dos preguntas. Intentemos alcanzar las respuestas y hallaremos más preguntas, y más respuestas, y otras preguntas. El eterno retorno.
"AB INSOMNE NON CUSTITA DRACONEM"
Veritas odium parit



Quizás sólo podamos responder a estas preguntas cuando veamos de nuevo nuestra cola.
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